Tus amigos te extrañan, pero tú sigues scrolleando…

¿Y si el doomscrolling ya no lo hace el algoritmo, sino las personas que más quieres?

Hace unos años, te reunías con tus amigos a platicar, reír y contar chismes de la vida real. Hoy, te enteras de sus rupturas, sus logros, sus vacaciones, su ansiedad, su nueva dieta, y hasta de sus playlists… todo desde sus historias, reels o tweets.

Y sin darte cuenta, has estado horas allí: scrolleando su vida.

¿Qué es doomscrolling y por qué ahora viene con cara conocida?

El doomscrolling es ese hábito de deslizar el dedo en la pantalla sin parar, consumiendo contenido que a menudo te estresa, te angustia o simplemente te mantiene atrapado. Antes, era pura noticia negativa, conflictos, tragedias. Ahora… también son tus amigos.

Sí. Tus amigos se volvieron parte del contenido.
No por maldad, sino porque así funciona este juego: si no publicas, no existes. Y si no te ven, nadie pregunta cómo estás.

¿Cómo nos secuestra esto?

1. Nos hace sentir cerca, pero estamos lejos.
   Ves sus fotos y crees que estás al tanto. Pero no les hablas. No te hablan. Solo observan mutuamente su “versión en línea”.
2. Reemplaza las conversaciones por monólogos públicos.
   Cada quien publica lo suyo esperando reacciones… pero ya no hay diálogo real.
3. Te hace sentir comparado, no conectado.
   Aunque lo que veas sea positivo, muchas veces sientes que te estás quedando atrás.

Entonces, ¿ellos te extrañan?

Probablemente sí.
Pero también están atrapados, como tú.
Y aunque quieran hablarte, quizás también están esperando que tú reacciones primero. Porque ahora así se demuestra el cariño: con un like, un emoji, una visualización.

¿Y qué puedes hacer?

Rompe el hechizo. Hazlo humano.
Escribe un mensaje real. Haz una videollamada espontánea. Invítales a tomar un café sin fotos de por medio.

No los consumas. Conócelos de nuevo.
Tus amigos no son contenido. No necesitan tu reacción digital. Necesitan que los escuches, sin filtros ni hashtags.

Cierre sincero:

Desliza hacia la vida real.
Tus amigos no son tus secuestradores. Están tan perdidos como tú en este juego infinito.
Y si te extrañan… quizá hoy es un buen día para volver a encontrarse. No con un scroll, sino con una palabra honesta.